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Una Utopía Que Se Fortalece

    Tiago Miguel Knob
    Por Tiago Miguel Knob - 08/07/2017
    Una Utopía Que Se Fortalece

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    Fui hasta allá. Tuve que ir. Nunca es agradable. La espera siempre es grande. Una hora, dos horas sentado, algunas veces tres, esperando ser llamado, inclusive con hora marcada. En aquel día, fueron cerca de tres horas. Más allá de eso, el ambiente es venenoso.

    Son en estos lugares, en Brasil, donde los mayores robos suceden. Donde la corrupción gana rostro, voz, olor. Donde los contratos son firmados y los intereses escondidos. Es donde se paga la inversión de la campaña. Algunos no venden apenas el alma para estar en lugares así. Venden también a la madre. El costo, por lo tanto, es alto y el cobro viene rápido. Es, de esta manera que en lugares como este se pagan, con lo que es del pueblo, las deudas hechas para estar ahí. Pero tuve que ir. Era una de mis responsabilidades. En nuestros proyectos intentamos dividir funciones, intentamos encontrar consensos. Aunque no siempre los conseguimos. Pero la responsabilidad de ir ahí, en aquel momento, fue entregada a mí. No solo a mí. Rodrigo llegó unos cuarenta minutos después. Inclusive tuvimos bastante tiempo para conversar antes de ser encaminados para la sala de quien dice tener el poder de hacer que las cosas sucedan.

    Grafite de Marcos Fernandes

    Era nuestra última reunión antes del fin del plazo que permitía la manutención de las actividades. Él dijo todo lo que queríamos oír. La conversación fue larga. Habló de la importancia y de la calidad del proyecto, de la niñez, de los jóvenes. Dijo que cree que mientras existan más acciones de las que realizamos, menos niñez en las calles, menos adolescentes en las Fundaciones CASA[1], menos personas en las prisiones. Una visión bastante distorsionada y estereotipada. ¡Hasta burra! Pero ante sus limitaciones, ignorancias e incompetencias que nosotros ya conocíamos bien, optamos por no argumentar y salimos, de cierta manera, optimistas. Como bien sabemos hoy, nos equivocamos. La mentira es descarada. A diferencia de Pinocho, lo que le crecieron más aún fueron las orejas[2].

    Ciento cincuenta niños y niñas, jóvenes, madres, padres, personas de la comunidad participaban de los más de nueve proyectos de seis espacios permanentes creados por la Cidade Escola y por todos aquellos que ayudaron a construir la Casa Amarilla y la Casa Azul, como las denominaron los niños y niñas: dos predios públicos antes abandonados en uno de los territorios más castigados de la Cidade do Anjo. Con el poco apoyo de la antigua administración pública conseguimos reformar el primero, la Casa Amarilla, que hace cerca de treinta años servía como punto para la prostitución y el consumo de crack entre la niñez y los adolescentes y, hacer de ahí, un Espacio Permanente de la Niñez y de Recuperación Ambiental del Territorio de Guapé. Un espacio que ahora pulsaba vida, cultura, arte, consciencia política. La Casa Azul, antes cerrada y que servía para un museo que no se daba, fue la base de los Espacios Permanentes de la Mujer, de la Juventud, de las Artes y de Construcción Democrática. La decisión, días después de nuestra reunión con el Prefecto elegido con otras promesas, fue cortar las inversiones de todas estas actividades que envolvían y fueron creadas por más de 150 personas.

     

    Al día siguiente de que la información fuera enviada a nosotros de que la actual administración pública de São Miguel Arcanjo cortaría las inversiones públicas de nuestros proyectos, las Madres de los niños, niñas y jóvenes involucrados decidieron ir a la prefectura para cuestionar al prefecto sobre su decisión. Acompañaron las Madres de los niños, niñas, jóvenes, educadores y educadoras de la Cidade Escola. ¿Qué tiene mi hijo para hacer ahora? ¿A dónde le dejo ir a trabajar? ¿En la calle, para que el tráfico se lo lleve? Preguntaban las madres. Fueron cerca de dos horas de cuestionamientos, de indignación y de lucha. La única respuesta del prefecto era la falta de dinero. Algunos días después, fue anunciado por la misma prefectura, el aumento del gasto público para fiestas en el municipio. Una justificación, por lo tanto, mentirosa.

    Los cuestionamientos siguieron. Testimonios de varias partes de Brasil, de Ecuador, de Portugal, de la Universidade Federal de São Carlos y de la Universidade do Sul de Santa Catarina, de la Red Nacional de Educación Democrática, de jóvenes, doctores (as), estudiantes, llegaron vía internet en solidaridad con nosotros, cuestionando la decisión del poder público de desmantelar una política pública en función de la infancia, de la juventud y de la comunidad. La población local también se movilizó.

     

    El 24 de Abril de 2017, de esta manera, la Cámara Municipal estaba colmada con todos los asientos ocupados y personas de pie encajándose y excluyendo todos los espacios vacíos para apoyar y escuchar lo que teníamos que decir. Las Madres de la Casa Amarilla (movimiento creado por ellas), los niños, jóvenes, y mucha gente de la sociedad são-miguelense se hicieron presentes en la sesión ordinaria de los “vereadores” para que podamos levantar nuestras demandas ante las autoridades públicas y de la comunidad de la Cidade do Anjo.  Niños hablaron en la tribuna cuestionando el fin de la Casa Amarilla. Algunos videos en solidaridad a nosotros fueron presentados; la justificativa de corte del presupuesto fue cuestionada (la inversión en los proyectos ya era muy baja); y una invitación fue hecha a la población que se siente responsable por los daños sociales producidos en nuestra ciudad. El llamado para que consiguiésemos los recursos capaces de mantener las actividades fue atendido por la población mientras que fue ignorado por los que fueron elegidos por el pueblo.

     

    Marcamos reuniones, recibimos donaciones de todos los tipos, conversamos, hicimos alimentos para la venta, un evento cultural y político con diversos artistas locales, carnets para donaciones mensuales, un comunicado al Ministerio Público y, después de algunas semanas ocupando aún la Casa Amarilla y la Casa Azul contra la voluntad del prefecto, decidimos –madres, niñez, jóvenes y educatorxs-, buscar un espacio nuevo, nuestro e independiente. ¡Encontramos! En el mismo barrio, muy cercano a donde estábamos, creamos la “Casa Verde, Territorio Libre”. Y ahí seguimos construyendo nuestros sueños, nuestra utopía de vida digna para todxs; de construcción de educaciones que nos hagan sentido. Que nos muestre que no hay otra alternativa a no ser que luchar por aquello que creemos: o imaginamos, soñamos con un barrio, una ciudad, un mundo que permita con que la niñez, la gente, pueda vivir y vivir bien, y caminamos para construirlos, o permanecemos impedidos de ser. No hay opciones.

    Nuestra Utopía, así, se fortalece. Pero necesitamos, como siempre, de apoyo de todas las personas. São Miguel Arcanjo es una de las ciudades más castigadas del Estado de São Paulo, y la lucha para revertir esta realidad sólo está comenzando. Entra en contacto con nosotros. Necesitamos de tu apoyo y queremos caminar al lado de quien cree que la construcción de otro mundo es posible.

    (www.facebook.com/cidadeescolasma/).

    P.S.: as Mães, agora, são da Casa Verde.


    [1] La Fundación CASA (Centro de Atención Socioeducativa al Adolescente), fue creada por el Gobierno del Estado de São Paulo y forma parte tanto de la Secretaría del Estado de Justicia, así como de la Defensa de la Ciudadanía. Su función es ejecutar medidas socioeducativas aplicadas por el Poder Judicial a los adolescentes que comenten infracciones con edades compreendidas entre 12-18 años. En la fundación CASA, pueden cumplir su “pena” y reclusión hasta una edad máxima de 21 años. (Art. 94. Ley 8 069/90) Estatuto da Criança e do Adolescente (ECA).

    [2] Aquí existe un juego lingüístico con el nombre del Prefecto. El nombre del Prefecto de São Miguel Arcanjo es Paulo Oreia. “Oreia” es el apodo que lleva desde la infancia y es la pronunciación coloquial, de la manera são-miguelense de decir “oreja” (orelha - en portugués, que deviene en oreia). 

    Tiago Miguel Knob

    Tiago Miguel Knob

    Descripción

    Tiago Mi é doutorando em Pós-colonialismos e cidadania global do Centro de Estudos Sociais da Universidade de Coimbra e Mestre em Ciências com foco em Pensamento Latino-americano pela USP, São Paulo....