Iniciar sesión

Reevo

Aprendizajes Gozosos

"Aprender es la actividad gozosa de gente libre." Iván Illich

Sobre el EPEP

Desde 2014, la Red de Educación Alternativa (Reevo.org) propone el Encuentro Plural de Escuelas Posibles (EPEP), que inicialmente agrupó experiencias educativas bonaerenses y que poco a poco ha ido aumentando su representatividad a lo largo del país.

Se trata de un encuentro semestral, itinerante y abierto que busca fortalecer los vínculos entre diversos proyectos educativos. Es un evento autogestivo en el que se busca aprender de forma horizontal, a través del intercambio con el otro y de la búsqueda colectiva de soluciones a los desafíos que espacios educativos comunitarios enfrentan día a día. Los abordajes político-pedagógicos son diversos y van más allá del modelo escolar convencional hegemónico. Las iniciativas que se dan cita en el EPEP buscan pensar la educación desde perspectivas humanizantes, liberadoras, democráticas y participativas. Forman parte educadores formales y no formales, familias, adultos y chicos de todo el país.

Hasta el momento, se realizaron siete encuentros en Chascomús, La Plata, Tandil, Wilde, San Nicolás, San Marcos Sierras y Paraná. Este último aconteció el pasado 27, 28 y 29 de octubre y fue organizado por el proyecto Circularte, con el apoyo de Reevo y otros proyectos educativos de Argentina. Durante este séptimo encuentro, sumaron sus voces, miradas y perspectivas organizaciones que trabajan en el amplio campo de la transformación educativa bajo la temática “Transformación educativa para la emancipación de los pueblos”.

A lo largo del encuentro tuvieron lugar círculos de conversación para reflexionar y debatir sobre temas de interés común, talleres vivenciales y actividades culturales para jugar, aprender y crear juntos. Además, las consultorías colaborativas, eje central del encuentro, son una instancia de intercambio de problemáticas y apoyo entre proyectos, para llegar a soluciones comunes.

El último día reflexionamos en conjunto acerca del alcance del encuentro, sus propósitos y sus modos de gestión, y se decide la siguiente sede. El octavo EPEP se realizará el próximo invierno en la provincia del Chaco.

En la ronda sobre Aprendizaje sin escuela

Durante el séptimo EPEP, participamos en una ronda sobre Aprendizaje sin escuela. Algunos aportes de los participantes del círculo fueron:

  • “En San Nicolás nos juntamos con otros padres y nos turnamos en parejas pedagógicas para ir acompañando el crecimiento de nuestros hijos. Vemos que los niños van aprendiendo lo que les interesa a su propio ritmo. Pero sobre todo vemos que quienes más aprendemos somos los grandes”.
  • “En nuestro camino de autoeducación han ido surgiendo temores naturales, preguntas sobre qué método es mejor, dudas sobre lo que estamos haciendo, etc. Pero seguimos adelante juntos, practicando la autobservación”. *“Sentimos que el aprendizaje surge naturalmente, tratamos de nutrir el vínculo sano con quienes nos relacionamos, alineando el sentir, pensar y hacer”. *“Es necesario respetar los tiempos de cada uno, cada hijo es distinto”.
  • “Nuestros hijos son muy sociables, además saben y hacen lo que quieren. Se encuentran con otros amigos en actividades de teatro, arte, orquesta, deporte... Y también en el grupo Educando en Libertad somos varias familias en Rosario”.
  • “Hay universidades como la Universidad de la Tierra, la Universidad Campesina, la Universidad Trashumante, y otras que no piden ningún título para ingresar e incluso cuestionan la necesidad de tenerlo. Es posible también rendir libre para certificar o entrar a la escuela oficial”.
  • “Tenemos la estructura de la escuela en la cabeza, es necesario desescolarizar la mente de los adultos, confiar en la intuición y escuchar a los niños para poder acompañar su aprendizaje fortaleciendo su autonomía”.
  • “Cada casa, cada familia, es una escuela”.

Vendiendo libros

Desde el puestito de libros que montamos en este evento nos sentimos muy agradecidas de encontrarnos con tanta gente y tantos aprendizajes. Cada persona que nos compartió sus intereses, su caminar, que se interesó en nuestros libros y nuestros proyectos; cada niño y niña que se acercó a nutrir nuestra confianza en la capacidad natural de aprender que tenemos como seres humanos; la nena que no paraba de contar y sumar; la que nos cambió un libro por una pulsera; el que nos contó mil historias y nos preguntó millones de cosas para conocernos; el que nos llamó “amigos” y nos agradeció el encuentro; cada uno y una que pasó por nuestro puestito fue un maestro, una compañera, una escuela, un momento gozoso de aprendizaje compartido.

Reflexionando: el mundo según Iván Illich

Repasando este último encuentro nos viene a la mente una frase del libro La Sociedad Desescolarizada, de Iván Illich, sobre la manera ideal de abordar el tema de la educación: “No debe iniciarse con la pregunta: "¿Qué debiera aprender alguien?, sino ¿Con qué tipos de cosas y personas podrían querer ponerse en contacto los que buscan aprender a fin de aprender?". Y así recorremos rutas, personajes, miradas, círculos, palabras, risas, bailes, caras, fuegos, silencios, abrazos, emociones, comidas, paisajes… Infinitos momentos de aprendizaje a partir del ponernos en contacto con.

El encuentro podría ser una muestra de lo que Illich llamaría, “un mundo educativo”, donde los “objetos de aprendizaje” han sido liberados del monopolio de la escuela y están por todos lados. Rondas, talleres, espacios de encuentro, libros, objetos, personas, juegos, naturaleza son “artefactos educativos” fluyendo en la armonía del aprendizaje libre. Esto, llevado a un nivel macro, nos daría la pauta para imaginar el mundo desescolarizado del que hablaba Illich en los años setenta, un mundo donde los “recursos físicos de aprendizaje estarían disponibles para el aprendizaje autodirigido”.

En el mundo que soñó Iván Illich, “podría haber talleres de herramientas, bibliotecas, laboratorios y salas de juegos. Los laboratorios fotográficos y prensas offset permitirían el florecimiento de diarios vecinales. Centros de aprendizaje abiertos a la calle. Desde la tienda de biología de la esquina podrían dirigir a sus clientes a la colección de caracoles del museo. Podrían dar indicaciones para el control de plagas, dietas y otras clases de medicina preventiva”. Habría tal acceso a la información que el aprendizaje libre y la creación de conocimiento serían cosa de todos, todos los días; y haríamos de la autonomía y la práctica de la libertad algo gozoso, común, tangible.

Cesilia Roja y Constanza Monié

REFERENCIA

  • Iván Illich. La Sociedad Desescolarizada. Cooperativa Editorial El Rebozo. México. 2013