Reevo

La llegada de la pedagogía Freinet sucedió en los años cuarenta en San Andrés Tuxtla, Veracruz. El maestro exiliado español Patricio Redondo dio sus primeras clases bajo un árbol, al aire libre, en el calor del trópico mexicano. Elena Poniatowska relata cómo Patricio buscó a sus primeros alumnos entre los españoles del pueblo:

"–Soy maestro –dice de casa en casa y pregunta: ¿Tiene usted hijos? La familia de Manolete Pretelin, Norma Turrent de López, don Juan de la Cera y su bella hija Hermila de la fábrica de tabaco donde se aplanan las hojas de tabaco todavía húmedas responden: 

–Sí tenemos hijos, pero lo que no tenemos es escuela.

–Eso no importa. Puedo darles clase bajo el árbol." (Poniatowska, 2016)

Patricio Redondo conoció las técnicas Freinet en España, de la mano del inspector educativo Herminio Almendros. Ambos sufrieron la persecución y salieron exiliados al final de la guerra civil. Estos maestros introdujeron en su práctica escolar los principios de la Escuela Moderna: la imprenta y el texto libre, la práctica democrática en la clase y la norma de dar la palabra a los niños. Para ellos, el aprendizaje de la lengua debe suceder socialmente, con textos verdaderos de los niños, en los que cuenten sus ideas, sus inquietudes e historias. 

"Los alumnos redactaban un texto, lo conponían con letras de molde y lo imprimían con pequeñas prensas escolares. Una vez impresos los textos, se compaginaban revistas escolares que llevaban títulos tan sugerentes como Xóchitl, Nacú, Mi afán, Mexicanitos, en los que se incluían bellas ilustraciones dibujadas por los mismos alumnos de la escuela." (Cruz Orozco, 1999:50).

De Patricio Redondo se recuerdan infinidad de anécdotas y lecciones valiosas. Chela González De Tapia recuerda a Patricio lanzando preguntas a la clase, confiando en que entre todos podían encontrar la respuesta. Chela me dijo "uno como maestro tiene ansiedad por dar la respuesta, por enseñar, pero tienes que aguantarte esas ganas, confiar en que los pequeños pueden encontrar las respuestas por ellos mismos. Patricio era fantástico haciendo eso".

Patricio fundó la escuela Experimental Freinet, en la que trabajó hasta su muerte. Los cuadernos impresos por sus alumnos se encuentran entre los más hermosos que hemos visto. Una enigmática adivinanza de 1947:

"Blanca como la leche

negra como la pez

habla sin tener lengua

anda sin tener pies".

Su legado y la Escuela Experimental Freinet continúan hasta la actualidad.

Bibliografía

Díaz, J.A. (1999) "Castellanos sin mancha: exiliados castellano-manchegos tras la Guerra Civil". Celeste Ediciones.

Poniatowska, E. (2016) "Patricio Redondo: un maestro ejemplar". En La Jornada. http://www.jornada.unam.mx/2016/06/05/opinion/a03a1cul