Reevo

 

El aprendizaje autodirigido es un concepto que ha estado presente en la educación alternativa en EEUU hace años. Parte de la premisa de que cada niña y niño puede aprender por su cuenta y no requiere, en principio, una motivación extrínseca o estímulo ajeno a sí mismo. El promotor del paradigma del juego libre y uno de los voceros de esa corriente de pensamiento, Peter Gray, es fundador de la ASDE - Alliance for Self-Directed Education (Alianza para la Educación AutoDirigida), que busca promover esta práctica como alternativa legítima a la escuela, es decir, reemplazar la escolarización con formas de educación autodirigida.

 

La ASDE cree que la estructura de la escuela esta viciada de directividad, de la pretención de educar a los niñxs con estímulos externos separados de su interés, deseo o decisión. La proyección de la ASDE es que cada vez más familias vean que sus hijxs no aprenden en la escuela y la sociedad en general comprenda  las limitaciones de esa institución en decadencia. La apuesta de la ASDE es construir otro tipo de institución sobre los principios de la educación autodirigida, instituciones que no sean obligatorias para los niñxs, que mantengan formas de acompañamiento respetuoso de sus decisiones y deseos; que no pretendan certificar sus conocimiento o adaptarlos a una serie de normas y estándares.

 

Peter Gray tiene larga experiencia acompañando como padre el proceso de Sudbury Valley School, una escuela democrátia de varias décadas, tal vez una de las más famosas en los Estados Unidos. Sigue creyendo en que Sudbury contiene varias claves para el futuro de la educación, aunque también se muestra favorable a otras iniciativas con similar espíritu pero sin pretensión escolar.

 

 

En los últimos años se han multiplicado en EEUU los "Learning Centers" o "Learning Cooperatives" (Centros o cooperativas de aprendizaje), que son espacios abiertos donde los niñxs y jovenes pueden asistir y aprender a su tiempo y gusto en la lógica de la educación autodirigida. Estos espacios están abiertos generalmente durante el día, todo el año. Cuentan con adultos permanentes dispuestos a acompañar los intereses de los niñxs, facilitarles recursos o materiales, asistirlos en proyectos; o bien coordinar el acercamiento con otros interesados o especialistas en los temas que interesen a los niñxs.

 

Los niñxs, jovenes o grupos familiares suelen participar con una membresía paga, a la manera de un club social de aprendizaje, pudiendo asistir y aprovechar el espacio como quieran. Algunos asisten diariamente, otros solamente cuando les interesa. Los Learning Centers no son necesariamente para personas no escolarizadas, aunque suele ser la población mayoritaria a la que atienden. En algunos casos estos espacios son impulsados por organizaciones no lucrativas, cooperativas o asociaciones de padres y educadores o también constituyen empresas privadas que prestan el servicio.

 

 

Durante la conferencia AERO se hicieron visibiles tensiones y diferencias políticas que tienen lugar  dentro de la comunidad de la educación alternativa. En este caso puntual, hay diferentes miradas en torno a como lograr que la educación autodirigida realmente sea una revolución educativa global. La postura mayoritaría propone seguir promoviendo esta forma de educación, el surgimiento de espacios afines y la desescolarización; con la esperanza de que esto evidencie socialmente la decadencia de la escuela y la necesidad de un modelo autodirigido.

 

Otras miradas favorables de la educación autodirigida, pero más críticas, consideran que es necesario pensar la causa junto a otras causas políticas que están del lado de las minorías; considerando un problema que estos espacios y prácticas sean en su mayoría para las clases blancas privilegiadas en los EEUU. Una forma de verlo es que estos espacios educativos tienen un coste promedio mensual por estudiante muy cercano al salario mínimo en los EEUU, o un tercio de lo que cobra un docente. Esto deja a las grandes mayorías fuera de la posibilidad de enviar a sus hijos a estos espacios o considerar la desescolarización.

 

En general la discusión de fondo no fué en el terreno de lo pedagógico, donde parecería que se acuerda en la importancia de los niñxs dirigiendo su proceso educativo; sino en las implicancias político-sociales de como se está desarrollando esta práctica; no porque en si misma reproduzca los problemas sociales, sino porque se construye sobre estos.

 

 

La discusión mas delicada que representa una contradicción es en torno al financiamiento. La propouesta de los defensores de la educación autodirigida es que eventualmente sea financiada con fondos públicos como una alternativa legítima al sistema educativo. Allí aparecen diversos modelos, pero el que más favorable parecería es el modelo de la actual Secretaria de Educación, Betsy Devos, quien apoya desde una perspectiva neoliberal el modelo de vouchers educativos.

 

El modelo básicamente sugiere que el estado financie la educación a través de vouchers a cada niñx del país, vouchers que las familias podrán utilizar para pagar la educación que deseen para sus hijxs, sean escuelas públicas, privadas, o de otro tipo. Aquí los espacios de educación autodirigida creen que podrán ser una de las opciones, aunque todavía hay mucho camino por recorrer. El modelo de los vouchers es muy criticado por las implicancias privatizadoras de la educación que acarrea. Los sectores progresistas durante décadas han criticado y evidenciado los problemas de los vouchers, partiendo por la mercantilización de la educación hasta la amplitud de la brecha social al darle las mismas oportunidades a personas que no parten de las mismas condiciones. En el ambito de educación alternativa, que se jacta de progresista (demócratas o ubicados políticamente en las izquierdas norteamericanas), que esta política liberal pro-mercado sea la única salidaaparente, significa una gran contradicción.